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lunes, 28 de febrero de 2022

LA VIE EST UN MIRAGE

  Vu de loin, cet édifice a quelque majesté. Il se déroule à l'horizon, au front d'une colline, et à distance garde quelque chose de son ancienne splendeur, un air de château de roi. Mais à mesure que vous approchez, le palais devient masure. Les pignons dégradés blessent l'oeil. Je ne sais quoi de honteux et d'appauvri salit ces royales façades; on dirait que les murs ont une lèpre. Plus de vitres, plus de glaces aux fenêtres; mais de massifs barreaux de fer entre-croisés, auxquels se colle ça et là quelque hâve figure d'un galérien ou d'un fou.

  C'est la vie vue de près.

[Le Dernier Jour d'un Condamné, Victor Hugo]

--- TRADUCTION ---

LA VIDA ES UN ESPEJISMO

  Visto desde lejos, este edificio reviste cierta majestuosidad. Se despliega en el horizonte, enfrente de una colina, y desde la distancia conserva algo de su antiguo esplendor, como un castillo de reyes. Pero a medida que os acercáis, el palacio de transforma en choza. Las saeteras degradadas ofenden la vista. Un no sé qué de vergonzoso y misérrimo ensucia estas reales fachadas; se diría que los muros tienen lepra. Más vidrieras, más cristales en las ventanas; pero con macizos barrotes de hierro entrecruzados, a través de los cuales aparece aquí y allá la figura pálida y derrotada de un condenado o de un loco.

[El ultimo día de un condenado, Víctor Hugo]


IL N'Y A PLUS D'ESPOIR III

  Le pourvoi, c'est une corde qui vous tient suspendu au-dessus de l'abîme, et qu'on entend craquer à chaque instant, jusqu'à ce qu'elle se casse. C'est comme si le couteau de la guillotine mettait six semaines à tomber.

[Le Dernier Jour d'un Condamné, Victor Hugo]

--- TRADUCTION ---

NO HAY ESPERANZA III

La apelación, es una cuerda que nos mantiene sobre el abismo, y que oímos crujir a cada instante, hasta que se rompe. Es como si la cuchilla de la guillotina emplease seis semanas en caer.

[El ultimo día de un condenado, Víctor Hugo]


viernes, 11 de febrero de 2022

LE CHAT

MOKY

Viens, mon beau chat, sur mon cœur amoureux:
   Retiens les griffes de ta patte,
Et laisse-moi plonger dans tes beaux yeux,
   Mêlés de métal et d'agate.


Lorsque mes doigts caressent à loisir
   Ta tête et ton dos élastique,
Et que ma main s'enivre du plaisir
   De palper ton corps électrique,


   Je vois ma femme en esprit; son regard,
Comme le tien, aimable bête,
   Profond et froid, coupe et fend comme un dard.


   Et, des pieds jusques à la tête,
Un air subtil, un dangereux parfum
   Nagent autour de son corps brun.

[Charles Baudelaire, Les Fleurs du mal]

--- TRADUCTION ---

   EL GATO

Ven hacia mí, junto a mi corazón enamorado, mi gato hermoso,
   Refrena las garras de tu pata,
Y deja que me sumerja en el encanto de tus ojos,
   Entreverados de metal y de ágata.


Desde que mis dedos acarician con descuido
   Tu cabeza y tu lomo elástico,
Y que de placer se embriagan mis sentidos
   Al palpar tu cuerpo eléctrico,


   Veo a mi mujer en espíritu; su mirada,
Como la tuya, amable criatura,
   Profunda y fría, corta y siega como una daga.


  Y desde los pies hasta su altura,
Un perfume peligroso, una imperceptible estela
   Navegan alrededor de su piel morena. 

[Charles Baudelaire, Las Flores del mal]


domingo, 6 de febrero de 2022

LA NIEBLA EN LOS CANALES [o contra la peste de la guerra. Cuento negro...]

       Le Radeau de la Méduse. Theodore Gericault


No sé. No sé si, tal vez, todos los días son iguales, como los hijos espurios que continuará pariendo la niebla al amanecer. No sé si, tal vez, habrá un lugar en el mundo donde el reflejo de las cosas en los estanques sea nítido: porque estos canales, donde no corre el agua ni se renueva, son tan opacos como la muerte. Aunque me detengo, y los miro; o penetro en el movimiento de las ondas y participo de su fruición demoníaca; no, no conceden la gracia de revelarse. No: de los canales sólo emergen los cuerpos inertes que la peste se ha cobrado en tributo a su ferocidad: flotan sin rumbo, o en el rumbo hacia el infierno; desde aquí ya escucho sus desmedidas arcadas, o el lamento doliente de los condenados. Los hambrientos son una legión informe, sombría que va recorriendo, encenagando los últimos relámpagos de luz, rebañando migajas y desperdicios. Las campanas resuenan como látigos, tan cerca que, parece, tira a tira me despellejaran, y sobrevuelan los canales anunciando un juicio final que no acaba; dan las horas que nos quedan, dan y doblan. En estos tiempos la incertidumbre, como una bruma fría, húmeda e impenetrable hurga en los corazones de los mortales.


Se mueve la barca, como una estéril balsa de náufragos medusinos que parece, que me transporta; pero no incide la mirada más que un palmo en el vientre de la tiniebla. El canal es tan estrecho que roza el flanco de la embarcación con la orilla: escucho el golpetear de muro y paquebote, que parece quebrarse, luego el largo, elástico deslizamiento que chirría; aguardo, retengo la respiración en la espera de hundirme hasta que acaba esta berrea o estridente llamada del abismo; mas otra vez navego. Sí, creo que a veces me asalta el vómito a la boca, que estoy también infectado, así espero como los otros en este abandono, ese beso de hielo hacia el alba, cuando el cierzo corte como un bisturí.